Qué ver
The Morning Show (Apple+)

El primer lanzamiento del nuevo canal de streaming de Apple se inscribe en la tradición de Network de Sidney Lumet (1976) y Broadcast News (1987) de James L. Brooks, dos grandes películas inmersas en el fenómeno de los noticieros televisivos. Para su primera serie, Apple pone toda la carne en el asador con una nómina que elevó el costo de cada episodio hasta 15 millones de dólares (cuatro divididos en el sueldo de sus dos protagonistas y productoras: Jennifer Aniston y Reese Witherspoon).
Aunque no ofrece nada nuevo frente a esfuerzos recientes para abordar el mundillo de la producción televisiva, subgénero donde destaca The Newsroom(HBO); el talento de su elenco y la manera en que la trama se inserta de lleno en los escándalos #metoo la vuelven un producto atractivo (casi adictivo, aunque Apple+ racione a los espectadores un episodio por semana).
La serie gira alrededor de un programa matutino de noticias con 15 años al aire. Uno de sus conductores (Steve Carell) es acusado de acoso sexual y su compañera al aire (Aniston) debe enfrentar la crisis y la caída en ratings de su formato). Witherspoon es Bradley Jackson una reportera de una televisora local cuya participación en un video viral la pone en el radar de uno de los ejecutivos de la cadena (Billy Crudup).
Living with yourself (Netflix)

Tal pareciera que las mejores comedias recientes son en cierta forma existenciales (vienen a la mente The Good Place, y Russian Doll), y esta nueva propuesta de Netflix no se queda atrás. Paul Rudd es Miles Elliot, un publicista con una vida frustrada y un matrimonio estancado que decide “probar” la recomendación de uno de sus compañeros de trabajo: asistir a un Spa con el nombre improbable de Top Happy Spa, que renovará su DNA, su creatividad y entusiasmo por la vida.
El servicio cuesta una fortuna (todos sus ahorros), pero Miles está desesperado. Sobra decir que el Spa es al mismo tiempo mucho mejor y mucho peor de lo que el incauto Miles esperaba. Una comedia divertida con un sentido del humor retorcido que funciona gracias al carisma de Rudd y a la pluma de Timothy Greeenberg.
Qué ver también: Un natural Selection (Netflix), Workin’ Moms (Netflix), White Dragon (Amazon), The Purge (Amazon).
Que no ver
City on a Hill (Showtime)

Un agente corrupto del FBI (Kevin Bacon) y un fiscal ambicioso (Aldis Hodge) unen fuerzas en el Boston de los años noventa para resolver un caso que puede poner de cabeza el sistema judicial de la ciudad. El proyecto a cargo de Chuck MacLean quiere hacer por Boston lo que The Wire (HBO) hizo por Baltimore. MacLean quiere crear una saga criminal con docenas de personajes, tratando de encontrar una voz y un arco narrativo para cada uno: policías, políticos, fiscales y criminales. El resultado, a pesar del buen trabajo de Bacon como un tipo despreciable en busca de redención; es disparejo, confuso y nunca consigue generar empatía o interés. La trama truculenta termina demandando más atención del espectador de la que merece.
Bluff City Law (NBC)

El dueño de una firma de abogados de Memphis (Jimmy Smits) quiere reconciliarse con su hija, que acaba de ser despedida de la fiscalía (Caitlin McGee). Como buena parte de las series de dramas jurídicos estadounidenses en esta era de corrección política, los protagonistas defienden a víctimas inocentes frente a malvadas corporaciones, un caso por semana. El problema de Bluff City Law no es su elenco atractivo, ni siquiera los casos judiciales refritos, el problema es pretender crear una serie melosa y feel good sobre el mundo jurídico, sin ambivalencia o conflictos morales. Un esfuerzo prescindible y lejos de los mejores ejemplos del género: Los practicantes (1997), Silk (2011), The Good Wife (2009) y The Good fight (2017).
Para El Economista, Arte Ideas y Gente del miércoles 4 de diciembre del 2019