Qué ver
Netflix

Algunas de las series limitadas documentales de Netflix suelen estar entre sus mejores estrenos. Tal es el caso de La familia que se centra en una organización seudoreligiosa que ha permanecido como una de las mayores influencias políticas en los EEUU desde la postguerra.
La familia (The family) se basa en el best-seller de Jeff Sharlet, quien participo en su juventud en una de sus comunidades de reclutamiento. La ideología de la familia gira alrededor de la figura de Jesús, la cual han sustraído de la Biblia para formar un sólo credo que se identifica con la figura del rey David, y la idea de Jesús como un mandato casi monárquico. Ellos son los elegidos por Jesús para tener el poder político y como elegidos prácticamente pueden hacer lo que sea.
La serie hará las delicias de todos los que aman las teorías de conspiración que hablan de gobiernos secretos y grupos selectos que controlan, cual titiriteros el devenir mundial. Lo curioso del caso es que la serie dirigida por el celebrado documentalista Jesse Moss, hace un argumento sólido, sustentado y con evidencias reales, lejos de los delirios que suelen vociferar los adeptos de las conspiraciones.
Algunas escenas, particularmente las que recrean las experiencias de Sharlet fueron recreadas con actores que apenas aportan más que una aportación visual. Lo poderoso de La familia es el nivel de acceso que tuvo la producción y la calidad de las entrevistas (al par de la estupenda Desaparición de Madeleine McCann).
HBO

De la reunión de Sebastian Gutierrez, director y escritor venezolano (El beso de Judas), con su novia y musa Carla Gugino, surge uno de los thrillers más fascinantes del año. Jett sigue la historia de Daisy “Jett” Kowalski (Gugino) una ladrona profesional que recién salida de la cárcel, se ve envuelta en una compleja trama por una organización criminal.
Podría decirse que Jett es un vehículo de lucimiento para Gugino. Una actriz que siempre me ha gustado por su rango y capacidad de ser amenazante y vulnerable según los requerimientos del papel. La serie suma a la española Elena Anaya (La piel que habito), Gill Bellows, Giancarlo Esposito (Breaking Bad) y un elenco internacional interpretando personajes excéntricos e interesantes.
Gutierrez apuesta por una estructura de rompecabezas que salta a diversos momentos en el tiempo (antes y después de la prisión de Jett), para consolidar un mosaico y reforzar el suspenso.
Otras que ver
La segunda temporada de Succession (HBO), Zona Blanca (Netflix)
Qué no ver
Netflix

Otra vida (Another Life) es una de esas series que podríamos calificar como “de relleno”, productos anodinos del gigante del streaming para mantener interesado a los espectadores que busquen cualquier cosa con tal de que sea ciencia ficción. La premisa no es nueva, una misión de la tierra viaja a buscar el origen de un artefacto que se presume es de una civilización más avanzada. La misión es liderada por Niko Breckinridge (Katee Sackoff), y suma el esperado conflicto con los familiares que deja en tierra y los continuos pleitos de una tripulación que no consigue trabajar en equipo ni cinco minutos.
Sackoff trae consigo el prestigio de haber llevado uno de los personajes principales en la exitosa Battlestar Galactica, pero eso es todo lo que aporta. En Otra vida, la actriz se vale de todo tipo de muecas para sobreactuar cada minuto a cuadro. La ciencia ficción estuvo relegada por muchos años al cine serie B, hasta que Kubrick primero y Lucas y Scott la volvieron un género comercial de primera línea. El problema de Otra vida es que está construida en una ilación de clichés que ni siquiera proponen ideas interesantes sobre el futuro.
Hulu

Gracias a las nuevas plataformas de streaming, muchas series de culto han visto la posibilidad de resurgir de las cenizas de la cancelación. Series como Will & Grace y Arrested Development estrenaron nuevas temporadas para el entusiasmo (y eventual decepción) de sus fans. Una suerte similar tiene Veronica Mars, accidentada serie de culto, sobre una estudiante de prepa y universidad (Kristen Bell) que además es detective en la ficticia (y exageradamente noir), Neptune. Mars tuvo tres temporadas antes de su injusta cancelación, un par de novelas y una película financiada exitosamente a través de Kickstarter, que serviría como cierre emocional y dramático para los fans.
Su resurrección este año generó, aún así, entusiasmo en el mismo grupo que siguió los devenires de Neptune. La nueva temporada inicia con Mars Investigations todavía a cargo de Keith (Enrico Colantoni), el padre de Verónica quien ahora parece sufrir de los inicios de Alzheimer. Veronica todavía contesta el teléfono, pero es quien realiza la mayoría de las investigaciones. En el primer episodio, la trama se extiende al sur de la frontera donde el narco en jefe se llama El Despiadado (Marco Rodríguez). Un capo que es intimidado por su ex mujer (que lo amenaza de revelar detalles íntimos a sus lugartenientes) y cuyo equipo de sicarios hablan el español de inmigrantes puertorriqueños de segunda generación. Es una falta de cuidado que se extiende a la narración, el humor fallido, el maquillaje y las actuaciones. Una nueva temporada casi de caricatura que no añade nada (y sí echa por los suelos) cualquier nostalgia que nos hubiera quedado por el personaje.
Para El Economista, Arte Ideas y gente del miércoles 4 de septiembre del 2019